viernes, 3 de octubre de 2014

Exvotos

La intercesión de la Señora

El exvoto es el testimonio público de un pacto entre la Divinidad y el creyente.  Los exvotos, milagros u ofrendas son exponentes de una riqueza documental detallista que nos acerca el estilo dieciochesco, habitual en los exvotos metálicos o la decoración de un dormitorio de época con el pormenor de cortinas, mobiliario, etc. A veces estas tablillas votivas revelan la mano de un apreciable pintor impresionista por el movimiento que sugiere lo representado.

Lugar predilecto por la piedad cordobesa de siempre es la iglesia de los Dolores, y antes de las últimas reformas del portalón de entrada ofrecía un crecido número de promesas y votos. Sobre paneles de tela metálica colgaban trenzas, pinturas, agradecimientos en metal o cera y alguna fotografía de la Virgen de finales del siglo XIX. Estos recuadros alternaban con las tablas escritas donde se consignan algunas de las incontables gracias e indulgencias servitas, hoy decorando las galerías del convento.  El Ecce Homo llamado de la Escala también se proclamaba como “milagrero”.

La basílica del Juramento, el templo de San Rafael, como eje de la devoción local; contaba con una apreciable colección de estos obsequios y allí se encuentra la tablilla pintada que reproducimos con la Virgen de los Dolores y San Rafael. El ignorado artista supo hacer el retrato reconocible de las imágenes invocadas, familiarmente visitando el interior de una habitación con el enfermo en su lecho de azules. El milagro y la pintura se hicieron en 1858. 



Inapreciable área de la religiosidad popular esta de los exvotos. Fenómeno vivo aún en la realidad  colectiva, despreciado por una ignorante vanguardia, es forma crédula de una manera particular de ser y entender lo religioso; por lo tanto señas inalienables de la honda fe y cultura de un pueblo y del trato, a veces íntimo, a veces multitudinario, que mantienen el andaluz y la Divinidad.